domingo, 20 de septiembre de 2009

ENTRENAMIENTO. TIRO EN SECO.

Artículo de Ernesto Pérez Vera, extraído de www.armas.es


TIRO EN SECO: ENTRENANDO EN EL SALON DE TU CASA
Desde el punto de vista táctico/defensivo y de la seguridad en el manejo de armas, resulta de primordial interés el entrenamiento del desenfunde/enfunde del arma, así como su manejo táctico. La mejor forma de entrenarlo es en seco. Se puede definir como tiro en seco o entrenamiento en seco, aquellas manipulaciones y/o ejercicios de tiro que se realizan con un arma de fuego pero sin munición, bien por seguridad en el entorno donde se lleva a cabo el entrenamiento, o bien por economizar munición mientras se adquiere destreza, habilidad y confianza por parte del tirador.

No son muchos los que entrenan en seco las operaciones de desenfunde, encare, solventar interrupciones, recargas y devolución del arma a su funda, entre otras tantas operaciones. Quizás, durante los periodos de formación en Academias y Escuelas de Policías se deberían aumentar las horas de formación en este tipo de ejercicios. La mayoría de usuarios de armas defensivas (funcionarios con licencia de armas tipo A o ciudadanos con la tipo B) sólo entrenan en las galerías de tiro y casi siempre poco. Además, lo hacen con programas formativos poco acertados y nada reales. En mi opinión, antes de pasar al campo de tiro o a la galería, el usuario debe tener un amplio conocimiento de cómo funciona su arma y poseer una gran calidad en el manejo de la misma; esto le aportará al tirador seguridad cuando esté ante una situación crítica con el arma en la mano. Por ello, estas prácticas deberían llevarse a término también por agentes veteranos.

Sería conveniente el uso periódico de este tipo de entrenamiento tanto a nivel oficial como dentro del ámbito privado del agente. Esto aportará mucha soltura y eficacia en las manipulaciones del arma. Ni que decir tiene que todas aquellas manipulaciones en seco que realicemos se deben efectuar con la misma arma que usamos para el trabajo o para nuestra defensa, cumpliendo con lo que dice aquella máxima: “Entrena como trabajas y trabajarás como entrenas”. Esto llevará al tirador a crear hábitos dactilares y memoria muscular. La mencionada memoria muscular hará que realicemos todas las operaciones en seco con tal rapidez y eficacia que cuando se presente la ocasión de repetirlas con fuego real, seremos infinitamente más seguros mental y tácticamente.

Para realizar este tipo de entrenamiento no precisamos de instalaciones concretas o profesionales. Sólo necesitamos estar en un lugar en el que estemos solos, o acompañados de personas que estén previamente advertidas de que nuestra arma está vacía y de que vamos a llevar acabo ejercicios de tiro en seco. No obstante, tal como está la situación actual en nuestra sociedad con respecto a las armas y la policía, quizás la mejor forma de hacer este entrenamiento sea en privado o en unión de otros usuarios. Cualquier sitio de nuestra casa puede ser un lugar acertado para efectuar la mayoría de ejercicios que un profesional de las armas necesita repetir miles de veces. Quizás el desenfunde y encare sean las principales maniobras que deben ejercitarse, amen de la devolución del arma a la funda de modo táctico. La repetición de esta maniobra se podría hacer en cualquier sitio de la casa, incluso frente a un espejo de los que tengamos en casa; de ese modo, durante la repetición del ejercicio, nos podremos estar observando en el espejo sin desviar la vista hacia el arma o funda -no olvidemos que nunca hay que apartar la vista de la zona de donde proviene la amenaza, en este caso el espejo.

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